Todavía es más difícil presentar la suerte futura del nuevo mundo, establecer principios sobre su política y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada ¿ se pudo prever cuando el género humano se hallaba en su infancia, rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál sería el régimen que abrazaría para su conservación? ¿ quién se habrá atrevido a decir. Tal nación será república o monarquía?, ésta será pequeña, aquella será grande?., en mi concepto esta es la imagen de nuestra situación . Nosotros somos un pequeño género humano , poseemos un mundo aparte, aunque en cierto modo, viejos en los usos de la sociedad civil. Yo considero el estado actual de la América, como cuando desplomado el imperio romano cada desmembración conformó un sistema político conforme a su interés y situación , o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones; con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con alteraciones que exigían las cosas y sucesos; más nosotros que apenas conservamos vestigios de los que en otro tiempo fue, y que no somos ni indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles; en suma siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar a éstos, a los del país y mantenernos en contra de la invasión de los invasores, así nos hallamos en el caso más extraordinario y complicado de , no obstante que es una especie de adivinación, indicar cuál sería el resultado de la línea política que la América siga, me atrevo a aventurar algunas conjeturas que desde luego, caracterizado de arbitrarias , dictadas por un raciocinio probable.
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